Mostrando entradas con la etiqueta DEUS. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta DEUS. Mostrar todas las entradas

lunes, 4 de julio de 2011

De rockeiros e poetas malditos (con texto de Azúa)



Reproducimos a continuación un texto de Félix de Azúa (escritor e profesor de Estética na universidade catalana) en relación cos poetas e rockeiros "malditos" de mortes tráxicas e polo regular tempranas:




"El poeta Arthur Rimbaud abandonó la poesía a los veinte años, viajó al continente africano, y dedicó el resto de su vida al tráfico de armas en Abisinia.

(...) Rimbaud es a la poesía del s. XX lo que la máquina de vapor es a los transportes del s. XX. Gracias a Rimbaud, prácticamente todo el mundo puede ser poeta o codearse con uno de ellos (...).

Sin embargo, lo que Rimbaud inventó no fue un nuevo modo de concebir la poesía, sino una nueva manera de concebir al poeta. Y muy a pesar suyo. El modelo vanguardista de poeta (MVP) inventado por Rimbaud ha tenido un éxito apoteósico.

A diferencia del modelo clásico de poeta (MCP), que era un hombre culto que leía en latín y en griego, sabía de memoria libros enteros, y era moderadamente rico, el MVP puede ser un perfecto analfabeto y muy pobre (...) y sólo precisa dos virtudes: una capacidad de autodestrucción acentuada y otra no menos acentuada capacidad de autoestima que le permita exhibir con desparpajo su autodestrucción como quien muestra una gracia. Con eso basta.

(...) Un MCP, como Góngora o Machado, sólo es observable en los escritos. Un MVP es fundamentalmente observable en la vida común y corriente, como p. ej., en una cervecería, en un escenario, bañándose en las playas de Marruecos, y así sucesivamente.

Rimbaud abandonó la poesía y se refugió en Abisinia con el sano propósito de ganar mucho dinero lo más rápidamente posible (...). Pero el MVP actual no tiene necesidad de viajar a Abisinia. Es más, si viaja a Abisinia corre el peligro de ser olvidado por todo el mundo. El MVP actual ha de estar presente, constantemente presente, mostrando su sufrimiento e incomprensión, y ejerciendo de Gran Rechazador. De ahí que las abisinias del MVP actual sean las drogas, el alcohol y el rock and roll (aunque muchas veces se queda en el tabaco, la cerveza y unos discos), mucho más fáciles de obtener que un billete para Abisinia.

(...) Algunos MVP como James Dean, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison (hay mucha jota entre los MVP), Billie Holliday o Charlie Parker, forman parte del panteón de la heroicidad artística, junto a los héroes del panteón ético encabezados por Ernesto "Che" Guevara y la madre Teresa de Calcuta. Descubrir rasgos de MVP en la madre Teresa me parece una tarea preciosista. Deben separarse los modelos, o no se entiende nada.

Uno de los MVP más llamativos, Jim Morrison, escribió una carta a Wallace Fowlie en 1968 agradeciéndole la traducción al inglés de Rimbaud con una bella carta: I needed it because I don´t read French that easily, añadía con inquietante inocencia. No sabía que esa traducción iba a costarle la vida. Se mató en la misma calle donde, años atrás, vivía Baudelaire.

(...) Un elemento esencial del MVP es el desprecio por la tarea, por el trabajo, por el esfuerzo, el sacrificio y el oficio: es imprescindible que el MVP desprecie la condición humana (el MVP no admite condiciones). Pero todo MVP se entrega como un poseso a la tarea que le destruye (música, drama, poesía) e incluso a ninguna tarea, como es el caso de los cabezas rapadas y otros grupos de MVP sin actividad determinable.

En mi opinión, el MVP está repitiendo ritualmente, lo sepa o no lo sepa, la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo -a quien cabría definir como un paleo-MVP-, de tal manera que nadie pueda acusarle de aspirar a reformar la sociedad (sometida a la dictadura de Roma) o a tomar el poder, sin que por ello deje de dedicarse en alma y cuerpo a reformar la sociedad y a tomar el poder, hasta ser destruidos (por la sociedad y por Roma).

(...) El síndrome criptocristiano, a saber, que sólo es santo quien despilfarra su vida terrena con fines trascendentales y sobrehumanos, pero también que las actividades veterotestamentarias (ganar el pan con el sudor de la frente y parir a los hijos con dolor) es cosa de pobres y tercermundistas, está muy extendido entre los MVP y hace un daño enorme, tanto a los MVP como a todos los que caen cerca suyo. (...)" [F. de Azúa, Diccionario de las Artes, "Rimbaud", pp. 250-254; Anagrama, 2002, I edición (hai unha recente II edición, aumentada e corrixida).]


Nota: As palabras destacadas en grande son da nosa colleita.

Nota II: Esta obra de Azúa e unha introdución á estética (filosofía da arte e a beleza, se se quere dicir así, que non sabemos se é moi correcto), especialmente desde as perspectivas dos filósofos Nietzsche e Heidegger, non sen certas gotas de humor e ironía, como todos apreciamos no texto desta entrada, ¿ou non?



viernes, 29 de abril de 2011

Santificarás os textos (o texto X e o canto de Deus)


A continuación reproducimos o textiño de Santo Agostín das súas Confesións, Libro VIII, cap. XII, epígrafes 28-30, tomado da rede, para que podas apreciar a semellanza entre o santo romano da Idade Antiga e o santón do "british pop", Mr. Dave Davies dos Kinks, amén:



"Cómo se convirtió de todo punto, amonestado de una voz del cielo:
28. Luego que por medio de estas profundas reflexiones se conmovió hasta lo más oculto y escondido que había en el fondo de mi corazón, y junta y condensada toda mi miseria se elevó cual densa nube y se presentó a los ojos de mi alma, se formó en mi interior una tempestad muy grande, que venía cargada de una copiosa lluvia de lágrimas. Para poder libremente derramarla toda y desahogarme en los sollozos y gemidos que le correspondían, me levanté de donde estaba con Alipio, conociendo que para llorar me era la soledad más a propósito; y así me aparté de él cuanto era necesario, para que ni aun su presencia me estorbase. Tan grande era el deseo que tenía de llorar entonces; bien lo conoció Alipio, pues no sé qué dije al tiempo de levantarme de su lado, que en el sonido de la voz se descubría que estaba cargado de lágrimas y como reventando por llorar, lo que a él le causó extraordinaria admiración y espanto, y le obligó a quedarse solo en el mismo sitio en que habíamos estado sentados.
Yo fui y me eché debajo de una higuera; no sé cómo ni en qué postura me puse, mas soltando las riendas a mi llanto, brotaron de mis ojos dos ríos de lágrimas, que Vos, Señor, recibisteis como sacrificio que es de vuestro agrado. También hablando con Vos decía muchas cosas entonces, no sé con qué palabras, que si bien eran diferentes de éstas, el sentido y concepto era lo mismo que si dijera: Y Vos, Señor, ¿hasta cuándo, hasta cuándo habéis de mostraros enojado? No os acordéis ya jamás de mis maldades antiguas.
Porque conociendo yo que mis pecados eran los que me tenían preso, decía a grito con lastimosas voces: ¿Hasta cuándo, hasta cuándo ha de durar el que yo diga, mañana y mañana?, pues ¿por qué no ha de ser desde luego y en este día?, ¿por qué no ha de ser en esta misma hora el poner fin a todas mis maldades?
29. Estaba yo diciendo esto y llorando con amarguísima contrición de mi corazón, cuando he aquí que de la casa inmediata oigo una voz como de un niño o niña, que cantaba y repetía muchas veces: Toma y lee, toma y lee. Yo, mudando de semblante, me puse luego al punto a considerar con particularísimo cuidado si por ventura los muchachos solían cantar aquello o cosa semejante en alguno de sus juegos; y de ningún modo se me ofreció que lo hubiese oído jamás. Así, reprimiendo el ímpetu de mis lágrimas, me levanté de aquel sitio, no pudiendo interpretar de otro modo aquella voz, sino como una orden del cielo, en que de parte de Dios se me mandaba que abriese el libro de las Epístolas de San Pablo y leyese el primer capítulo que casualmente se me presentase. Porque había oído contar del santo abad Antonio, que entrando por casualidad en la iglesia al tiempo que se leían aquellas palabras del Evangelio: Vete, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; y después ven y sígueme; él las había entendido como si hablaran con él determinadamente y, obedeciendo a aquel oráculo, se había convertido a Vos sin detención alguna. Yo, pues, a toda prisa volví al lugar donde estaba sentado Alipio, porque allí había dejado el libro del Apóstol cuando me levanté de aquel sitio. Tomé el libro, lo abrí y leí para mí aquel capítulo que primero se presentó a mis ojos, y eran estas palabras: No en banquetes ni embriagueces, no en vicios y deshonestidades, no en contiendas y emulaciones, sino revestíos de Nuestro Señor Jesucristo, y no empleéis vuestro cuidado en satisfacer los apetitos del cuerpo.
No quise leer más adelante, ni tampoco era menester, porque luego que acabé de leer esta sentencia, como si se me hubiera infundido en el corazón un rayo de luz clarísima, se disiparon enteramente todas las tinieblas de mis dudas.
30. Entonces cerré el libro, dejando metido un dedo entre las hojas para anotar el pasaje, o no sé si puse algún otro registro, y con el semblante ya quieto y sereno, le signifiqué a Alipio lo que me pasaba. Y él, para darme a entender lo que también le había pasado en su interior, porque yo estaba ignorante de ello, lo hizo de este modo. Pidió que le mostrase el pasaje que yo había leído, se lo mostré y él prosiguió más adelante de lo que yo había leído. No sabía yo qué palabras eran las que seguían; fueron éstas: Recibid con caridad al que todavía está flaco en la fe. Lo cual se lo aplicó a sí y me lo manifestó. Pero él quedó tan fortalecido con esta especie de aviso y amonestación del cielo, que sin turbación ni detención alguna se unió a mi resolución y buen propósito, que era tan conforme a la pureza de sus costumbres, en que había mucho tiempo que me llevaba él muy grandes ventajas. Desde allí nos entramos al cuarto de mi madre, y contándole el suceso como por mayor, se alegró mucho desde luego, pero refiriéndole por menor todas las circunstancias con que había pasado, entonces no cabía en sí de gozo, ni sabía qué hacerse de alegría; ni tampoco cesaba de bendeciros y daros gracias, Dios mío, que podéis darnos mucho más de lo que os pedimos y de lo que pensamos, viendo que le habíais concedido mucho más de lo que ella solía suplicaros para mí por medio de sus gemidos y afectuosas lágrimas. Pues de tal suerte me convertisteis a Vos, que ni pensaba ya en tomar el estado del matrimonio ni esperaba cosa alguna de este siglo, además de estar ya firme en aquella regla de la fe, en que tantos años antes le habíais revelado que yo estaría. Así trocasteis su prolongado llanto en un gozo mucho mayor que el que ella deseaba, y mucho más puro y amable que el que ella pretendía en los nietos carnales que de mí esperaba."


Sic transit gloria mundi, meu amigo. Long life r&r...

Ugh!

martes, 19 de abril de 2011

Dave Davies, The Kinks, a paranoia e a salvación (o texto X)


O texto X está sacado de Autobiografía (Lenoir Ediciones), de Dave Davies, irmán do líder dos Kinks, Ray Davies ("Ray", no texto), o máis importante compositor do grupo, se ben Dave ten algunhas cancións coñecidas. En calquera caso Dave é o creador dese son da guitarra de "You really got me", considerado un dos precedentes, xunto co son dos Who e coa cancionciña dos Beatles do Álbum Branco titulada "Helter Skelter" que, atención, está composta polo máis inesperado, McCartney, un dos precedentes, dicíamos, diso que a xente ten o costume de chamar heavy (Steppenwolf e Led Zeppelin á parte).
Pode que non coñezas aos Kinks, pero ese grupo era parte da movida dos sesenta en Londres, xunto cos Who, os Stones, os Beatles, os Animals e catro ou cinco mil máis. Algunhas das composicións de Ray Davies non teñen nada que envidiar en absoluto ás dos outros grupos antes nomeados.
O texto X sempre me recordou a outro doutro roqueiro, San Agostín de Hipona ( ss. IV-V), nas súas Confesións, cando fala do momento da súa conversión ao cristianismo xunto ao seu amigo. Aquí temos a Dave, vítima da paranoia nunha habitación do hotel na enésima xira, xa insoportable. Escoita voces, e ao final, igual que Agostín cre escoitar na canción dun neno que xoga a mensaxe de Deus, Dave atopa unha saída salvífica que evita o seu suicidio en Linda. Curioso. De feito, Dave deixóuse despois ir polo camiño de certas crenzas un tanto chocantes (extraterrestres, ocultismo, etc.).
Moitas veces lemos cousas sobre extraños e violentos comportamentos dos roqueiros nos hoteles (os baterías dos Who e dos Led lévanse o premio, pero os compoñentes dos Faces ou do autor do texto X non andan lonxe, e ás veces facían das súas xuntiños, porque Deus críaos e eles xúntanse). Neste texto X podemos ver que as xiras, o tempo fóra da casa e afastados dos amigos e familiares explican en parte esas condutas. Unha das maiores diferencias que Ron Wood nota cando pasa dos Faces aos Stones a partir do 75 é precisamente a vida nos hoteis e o transcurso das xiras: era ben diferente nun grupo e noutro. Subir aos Stones era nos setentas deixar certas situacións que agora no texto X somos quen de ver e oír.